LOS
10000 DEL SOPLAO (EL INFIERNO CANTABRO)
El
pasado fin de semana (18 y 19), se celebró en la localidad cántabra de Cabezón
de la Sal, una nueva edición de “Los 10000 del Soplao”, en la que participó
mucha gente de nuestra ciudad, en sus diferentes modalidades. En esta pequeña
crónica me voy a centrar sólo en los que nos pusimos las “zapas” para hacer la
maratón (46 km) y la ultra (125 km), queriendo felicitar a tod@s que estuvieron
en la línea de salida del resto de pruebas.
El
viernes a las 23:00 se daba la salida a la ultra, en la que participamos 3
TRAGALPINOS: Jose Sanjuanes, Pablo César (Palencia) y Roberto Alonso
(RobertoFiz). Llegamos todos con tiempo más que suficiente, ya que a las seis
de la tarde nos daban una charla técnica sobre la prueba y es donde nos dieron
el primer regalito ….12 km extras, por lo que la prueba pasó de tener solamente
113 km a tener 125. A decir verdad ninguno de los participantes pusimos mala
cara, yo creo que era para ahorrar fuerzas para lo que estaba por venir.
RobertoFiz, Jose Sanjuanes, José A. (Zamora), Pablo (Palencia) |
Sobre
las ocho nos vamos a cenar, y creo que sobra decir lo que nos metimos al cinto,
pasta de primero, pasta de segundo y pasta de postre. Y comenzamos con los
preparativos de nuestras pequeñas pero indispensables mochilas en las que no
faltaron los geles, bebida, etc. y toda la ilusión y esfuerzo de meses de
preparación para afrontar una bonita aventura.
A
las 22:30 nos reclaman a tod@s participantes a línea de salida, y en la que nos
avisan que en las cumbres hay una temperatura de unos 3 grados con lluvia y
granizo, mensaje que no consigue “acojonar” a ninguno de los 120 zumbados que
estamos preparados para ver “el infierno” en vivo y en directo. De repente nos
encontramos con otra maravillosa sorpresa, nuestro “compi” Enrique de Frutos,
que a la mañana siguiente va a realizar la maratón que el año pasado dijo que
jamás volvería a hacer, está allí para desearnos suerte y hacer fotos a todo lo
que se mueva. Después de una actuación y las palabras de las diferentes
autoridades, se enciende una traca de petardos que es la que nos da el inicio a
la prueba, siendo la salida del pueblo espectacular.
Después
de hacer los primeros kms juntos, cada uno hicimos nuestra carrera. Yo como de
costumbre decidí comenzar con mucha calma, ya que conocía parte del recorrido,
por haber realizado el año pasado la de 46 km y tras decir lo mismo que
“Quique”.
La
primera subida con calma y empezando a calentar las piernas, ya que sabía que
la bajada iba a ser bastante divertida por lo del año pasado, y encima éste, de
noche y lloviendo. Sólo me caí 5 veces, con lo que queda demostrado que poco a
poco voy mejorando mi técnica y conservando todos los dientes, aunque todavía
tenga el trasero un poco dolorido (por las caídas mal pensados jejejeje).
A
pesar de todo, la noche no se me hizo dura y a partir de las 5 de la mañana me
encontraba genial y con muchas ganas, estando seguro de que mis “compis”
estarían dando guerra. Al llegar al 2º avituallamiento me encuentro con Sanjuanes
el cual me comunica que lo deja, intento darle ánimos, pero la “castaña” que se
dio en la primera bajada le ha dejado tocado y tampoco es cuestión de presionar
(Jose el próximo año la liamos). En este avituallamiento tras cambiarme de ropa
que estaba un poco mojada, por no decir chorreando y tomarme un par de cafés,
es donde me reseteo de arriba abajo y veo que estoy de p..ta madre ya que no me
duele nada, mis piernas me piden marcha y mi cabeza funciona perfectamente, eso
unido a que una vez iniciada la marcha, comienzo a pasar poco a poco a gente me
hace sentir “el puto amo” de este maldito infierno que esta por venir.
En
el km 60 un nuevo avituallamiento y más de lo mismo, comer, beber y cambiarme
de ropa y no por presumir precisamente sino por que estaba empapada. Hay me
había juntado con un par de corredores con los que hacer más ameno el
recorrido, cosa que conseguimos, pero por el 70 las cosas empiezan a ponerse
chungas, mis piernas cambian de color y no por estar morenas, sino moradas; mis
manos no pueden sujetar los bastones, y es cuando decido que en el km 85, tras
casi 13 horas de disfrutar por el monte, me paro. Me intentan convencer pero la
tiritona que tenía encima puede conmigo y veo que el infierno me ha atrapado.
Personalmente
me siento bastante decepcionado, creo que estaba medianamente bien para haber
realizado un tiempo muy aceptable para mí. Encima el abductor que me había
molestado bastante en las últimas semanas, no se acordó de mí en esta carrera.
Pero bueno soy realista y se lo que tienen estas distancias, y si algo aprendo
con las “ultras” es a ser fuerte de “coco” y no venirme abajo, de echo ya estoy
pensando en la siguiente MADRID – SEGOVIA (en Septiembre).
Tranquilos
que no me he olvidado de Pablo, el cual se tuvo que retirar en el 90 por
problemas en una de sus rodillas, ni del gran triunfador José Antonio (Zamora)
el cual quedó 5º, estando hasta el final luchando por el podium. ENHORABUENA
Saludos
y muchos kms
RobertoFiz
……..un aprendiz de corredor