El domingo se disputó en Vallecas (Madrid) la XXVI edición de esta bonita y dura prueba.
No las tenía todas conmigo, ya que a pesar de haber entrenado bien y meter kms para dar y tomar a mis piernas, creo quela cabeza no la tenía bien enfocada para afrontar esta prueba, por lo que decidí no jugármela y hacer sólo 50 km. Aún así era consciente de que podría llegar a sufrir de lo lindo, por que tengo comprobado que como el coco no funcione.... a tomar por donde amargan los pepinos.
La primera gran sorpresa de este fin de semana, fue cuando el sábado por la tarde, al ir a recoger el dorsal, me encuentro con mi amigo José Antonio López de Zamora, que el año pasado fue internacional en pruebas de Ultra Trail. Como os podéis imaginar, saludos, abrazos y como no, batallitas kilométricas de nuestras aventuras como corredores. Evidentemente hablamos de la prueba del día siguiente y le ví super concentrado y con las ideas bien claras de como correr la prueba para meterse lo más arriba posible.
A la mañana siguiente empieza lo bueno. Antes de la salida tengo la oportunidad de saludar a amigos de andanzas por este tipo de pruebas y con José Antonio cambiamos impresiones sobre la carrera. Y sin comerlo ni beberlo a las 07´30 am, nos ponemos manos a la obra.
Tenía muy claro el tipo de carrera que iba a hacer, muy tranquila para sufrir lo menos posible e intentar disfrutar al máximo del recorrido de 10 km, el cual a mi modo de ver es un poco durillo ya que tiene una cuesta de 1 km y luego tiene algún que otro repecho, con alguna ligera bajada. Los primeros 15 km fueron de toma de contacto (como dirían los buenos jejejeje), y a partir de ahí puse un ritmo de crucero muy cómodo el cual me permitía disfrutar de cada paso que daba y olvidarme del crono, hasta que en una de estas compruebo que mis dos amigas me piden guerra y me cuesta frenarlas (las "zapas").
Entonces es cuando miro el maldito reloj y veo que están saliendo unos parciales rapidillos (por lo menos para mí), y es cuando me doy cuenta de que tengo ganas de correr y me planteo el hacer más kms de lo que tenía pensado, pero rápidamente mi cabeza me lo prohibió y me recomendó que esperara a los últimos 10 para apretar un poco y disfrutar de la última vuelta. Y así lo hice, aunque el disfrute no fue total, ya que a falta de 6 km, veo que viene José Antonio, (en alguna parte del recorrido se cruzaba la prueba) y me comunica que le ha pegado un tirón en la pierna y va un poco tocado (en esos momentos 3º en la general). Se tiró al suelo y estuvimos intentando reparar la avería con algún estiramiento. Al final se tuvo que retirar, cosa de la que me alegro, ya que de haber seguido hubiera podido tener una lesión importante.
Yo llegué disfrutando a meta, con mis 50 km, creo que bien hechos, y al final con muy buenas sensaciones, que me permiten pensar con optimismo en la "próxima", el 19 de Mayo, que llaman el INFIERNO CÁNTABRO. El año pasado hice la de 46 km y me pareció durísima, pero siempre te queda en la cabeza si habría podido con más. Por eso este año me la voy a jugar e intentaré hacer la de 113 km, que ya me está pareciendo poco, viendo lo que ha hecho mi amigo Richard Badía en la TransCanaria (123 km), y que desde aquí le mando un saludo y un abrazo, y como no, espero que me halla traído la inscripción para el próximo año jejejeje (me lo prometiste "fiera").
Pues nada "compis" a ser buenos y a seguir disfrutando de esta sana y bendita locura llamada CORRER X CORRER.
Saludos
RobertoFiz..........un aprendiz de corredor
No las tenía todas conmigo, ya que a pesar de haber entrenado bien y meter kms para dar y tomar a mis piernas, creo quela cabeza no la tenía bien enfocada para afrontar esta prueba, por lo que decidí no jugármela y hacer sólo 50 km. Aún así era consciente de que podría llegar a sufrir de lo lindo, por que tengo comprobado que como el coco no funcione.... a tomar por donde amargan los pepinos.
La primera gran sorpresa de este fin de semana, fue cuando el sábado por la tarde, al ir a recoger el dorsal, me encuentro con mi amigo José Antonio López de Zamora, que el año pasado fue internacional en pruebas de Ultra Trail. Como os podéis imaginar, saludos, abrazos y como no, batallitas kilométricas de nuestras aventuras como corredores. Evidentemente hablamos de la prueba del día siguiente y le ví super concentrado y con las ideas bien claras de como correr la prueba para meterse lo más arriba posible.
A la mañana siguiente empieza lo bueno. Antes de la salida tengo la oportunidad de saludar a amigos de andanzas por este tipo de pruebas y con José Antonio cambiamos impresiones sobre la carrera. Y sin comerlo ni beberlo a las 07´30 am, nos ponemos manos a la obra.
Tenía muy claro el tipo de carrera que iba a hacer, muy tranquila para sufrir lo menos posible e intentar disfrutar al máximo del recorrido de 10 km, el cual a mi modo de ver es un poco durillo ya que tiene una cuesta de 1 km y luego tiene algún que otro repecho, con alguna ligera bajada. Los primeros 15 km fueron de toma de contacto (como dirían los buenos jejejeje), y a partir de ahí puse un ritmo de crucero muy cómodo el cual me permitía disfrutar de cada paso que daba y olvidarme del crono, hasta que en una de estas compruebo que mis dos amigas me piden guerra y me cuesta frenarlas (las "zapas").
Entonces es cuando miro el maldito reloj y veo que están saliendo unos parciales rapidillos (por lo menos para mí), y es cuando me doy cuenta de que tengo ganas de correr y me planteo el hacer más kms de lo que tenía pensado, pero rápidamente mi cabeza me lo prohibió y me recomendó que esperara a los últimos 10 para apretar un poco y disfrutar de la última vuelta. Y así lo hice, aunque el disfrute no fue total, ya que a falta de 6 km, veo que viene José Antonio, (en alguna parte del recorrido se cruzaba la prueba) y me comunica que le ha pegado un tirón en la pierna y va un poco tocado (en esos momentos 3º en la general). Se tiró al suelo y estuvimos intentando reparar la avería con algún estiramiento. Al final se tuvo que retirar, cosa de la que me alegro, ya que de haber seguido hubiera podido tener una lesión importante.
Yo llegué disfrutando a meta, con mis 50 km, creo que bien hechos, y al final con muy buenas sensaciones, que me permiten pensar con optimismo en la "próxima", el 19 de Mayo, que llaman el INFIERNO CÁNTABRO. El año pasado hice la de 46 km y me pareció durísima, pero siempre te queda en la cabeza si habría podido con más. Por eso este año me la voy a jugar e intentaré hacer la de 113 km, que ya me está pareciendo poco, viendo lo que ha hecho mi amigo Richard Badía en la TransCanaria (123 km), y que desde aquí le mando un saludo y un abrazo, y como no, espero que me halla traído la inscripción para el próximo año jejejeje (me lo prometiste "fiera").
Pues nada "compis" a ser buenos y a seguir disfrutando de esta sana y bendita locura llamada CORRER X CORRER.
Saludos
RobertoFiz..........un aprendiz de corredor